sábado, 23 de marzo de 2013

EL ESTRES Y LA VIDA EMOCIONAL

Entendemos como estrés a la respuesta psicofisiológica individual, medida tanto por el sistema endocrino como por el sistema nervioso, ante cualquier amenaza a nuestro bienestar o equilibrio. 

En la psicología, el estrés suele hacer referencia a ciertos acontecimientos en los cuales nos encontramos con situaciones que implican demandas fuertes para el individuo, que pueden agotar sus recursos de afrontamiento.

Las situaciones que vivimos a diario van dejando huellas en nuestro mundo emocional; ya sea un trabajo que tenemos que presentar, la fecha de un examen  los problemas familiares, los agites de la calle o la acumulación de pequeños hechos de la vida diaria puede venir creando una "bomba" peligrosa de manejar: el estrés.

Estamos enfrentados a diario a situaciones estresantes; nuestro organismo procura adaptarse a ellas; pero a veces, superan la capacidad del organismo o se han prolongado en su defecto por mucho tiempo.
Nos pueden causar daños en muchas formas y tienen consecuencias biológicas o psicológicas perjudiciales, pueden hacer al organismo susceptible a las enfermedades o crear trastornos psicosomáticos. Lo ideal es saber manejar el estrés a través de mecanismos que nos permitan "desahogar" y "soltar" aquello que crea alarma o amenaza. Muchas personas buscan a través del deporte, juego y otros momentos, bajar las presiones de la vida diaria.

Mecanismos para enfrentar situaciones de estrés:


  • Objetividad: Separar los sentimientos de los pensamientos. Esto permite obtener una mejor comprensión y evaluación objetiva de las propias acciones.


  • Represión: Reprimir la capacidad de expresar ideas o sentimientos hasta que surja un momentos y lugar adecuados para que se manifiesten. 


  • Empatía: Consiste en sentir cómo se sienten los otros en situaciones estresantes, de modo que las propias situaciones tomen en cuenta los sentimientos ajenos.


  • Lógica: Analizar sistemáticamente los propios problemas con el fin de hallar explicaciones y procurar resolverlos con base a la realidad en que ocurren. 


  • Concentración: La capacidad para dejar de lado aquello que distrae y concentrarse en las cosas inmediatas.


  • Humor: Reírnos de nosotros mismos, buscar el lado cómico y humorista de cada situación.

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